Tod@s hemos sentido miedo, al menos una vez en la vida. Hemos sentido esa sensación intensa y paralizante unas veces y de huida otras.

Pero ¿qué es, realmente, el miedo?

El miedo es una emoción primaria, presente en todos los animales y relacionada con la ansiedad. Una emoción, como todas las emociones, adaptativa frente a la percepción de un peligro real o imaginario, presente, futuro o pasado. Y como todas las emociones primarias, beneficiosa y necesaria para la supervivencia. Sin el miedo podríamos enfrentarnos a peligros reales sin medir las consecuencias.

Existen los miedos universales: físicos, como el miedo a los ruidos fuertes y repentinos, como los de las explosiones, a las alturas. O emocionales, como el miedo al abandono, al ridículo o a lo desconocido, a la muerte.

El miedo tiene unos efectos en nuestro cuerpo y en nuestro comportamiento.

El miedo produce cambios fisiológicos: ante la percepción de un peligro se acelera el metabolismo, se incrementa la producción de cortisol, con lo que también lo hacen la presión arterial, la glucosa en sangre y los glóbulos blancos, aumenta la tensión muscular, el calcio libre en sangre y la adrenalina. Disminuye la actividad en el estómago e intestinos, se intensifica la producción de lágrimas y saliva, se da una visión en túnel y se reduce la audición.

Cuando sentimos miedo se producen, también, cambios corporales: los ojos se abren para ampliar el campo visual y tener mayor sensibilidad para ver la amenaza con mayor claridad, con lo que cambia la expresión facial.

Vemos alterada nuestra percepción, convirtiendo el objeto de nuestro miedo en algo más grande de lo que es y más próximo de lo que está. Cuanto más se acerca el objeto, más potente es la distorsión.

El miedo ha sido utilizado a lo largo de la historia para manipular y controlar y, aún hoy, sigue siendo así.

Nuestro mundo, nuestro entorno, ha ido evolucionando mucho más rápido que nuestra mente y nuestras emociones. Con lo cual, podemos llegar a percibir ciertas sensaciones corporales inofensivas como amenazas que no son tales. Esto se da de una manera exagerada e irracional en los ataques de pánico que sufren algunas personas.

¿Qué podemos hacer, entonces, ante el miedo? ¿Cómo impedir ser controlad@s por el miedo?

  1. El primer paso es aceptar que tienes miedo. No trates de negarlo, ni ocultarlo.

  2. Observa tu miedo sin juicios: qué ocurre en tu cuerpo, cuándo ocurre, qué piensas entonces, qué te dice tu miedo. Concreta a qué tienes miedo.

  3. Pregúntate: ¿ese miedo es real?, ¿es real el riesgo? ¿qué es lo peor que puede ocurrir? ¿qué probabilidad hay de que ocurra? (valora esa probabilidad del 0 al 10) ¿qué efectos puede tener? (valora el daño del 0 al 10). Multiplica la probabilidad por el posible daño, te dará el verdadero valor del riesgo.

  4. Sigue preguntándote: ¿qué puedo hacer para reducir la probabilidad de que ocurra? ¿qué puedo hacer para minimizar el daño? Multiplica nuevamente. Si el nuevo valor se ha reducido a 50 o menos, hazlo, atrévete.

  5. Si el nuevo valor es mayor de 50, pregúntate ¿qué beneficio puedo obtener de hacerlo, aunque sea con miedo? Dale un valor para ti al beneficio del 0 al 10. Multiplica la probabilidad de que ocurra por el beneficio.

  6. Ahora compara el valor del riesgo con el valor del beneficio. ¿Cuál es mayor? Si es mayor el beneficio, hazlo, atrévete.

  7. Visualiza el momento en el que lo estás haciendo y todo va bien. Concéntrate en lo que sientes, fíjate bien dónde lo sientes, cómo es eso que sientes, qué piensas en ese momento, qué oyes, qué ves, qué es lo que más llama tu atención. Vas a llevarte un regalo de este momento, cualquier cosa, sonido, sensación que quieras llevarte de aquí. Va a ser lo que te va a acompañar en tu camino al éxito, como un anclaje. Tu salvavidas en los momentos de tempestad.

  8. Cada vez que te asalte la ansiedad o el temor, concéntrate en tu respiración y en el anclaje. Verás reducir sus niveles y te ayudará a conectar con tu objetivo y el presente.

Y este puede ser tu método para superar y vencer al miedo.

Como dijo Alejandro Jodorowsky, “tu miedo termina cuando tu mente se da cuenta de que es ella la que crea ese miedo”.

Y ahora haz que tu mente cree el camino, no el fantasma.

Si quieres profundizar algo más te recomiendo el micro taller «Superar el miedo»

Micro taller Superar el Miedo
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