
CÓMO LIBERARTE DE UNA RELACIÓN TÓXICA
Como dije en mi anterior post, una cosa es saber reconocer una relación tóxica y otra, bien distinta, poder desengancharte de ella.
Y digo desengancharte porque es como una droga que sabes que te está matando, y de la que no eres capaz de prescindir. De hecho, el proceso de ruptura y alejamiento de la relación es lo más parecido a un síndrome de abstinencia o “mono”.
Lo que te voy a proponer aquí no es una receta infalible, pero es lo más aproximado a ella si pones tú el ingrediente principal que es tu voluntad.
¿List@ para soltar amarras?
Toma la decisión y prepárate para el camino.
Cree que, de verdad, estás preparad@ para alejarte y que es lo mejor que puedes hacer por ti. Entiende que nada de lo que hagas y pongas de tu parte va a cambiar la situación en esta relación. Valora si es el mejor momento para cortar el hilo. Pregúntate: ¿estoy dispuest@ a seguir con esta relación, tal y como es, toda la vida? ¿Soy feliz en esta relación o infeliz? ¿Es éste el prototipo de relación que quiero mantener? ¿Quiero seguir esperando un mejor momento?
Motívate para el cambio.
¿Para qué quiero romper? ¿Qué es lo que no me gusta de esta relación? ¿Qué me estoy perdiendo con esta relación? ¿Qué me pasará a mí y a mi entorno si sigo con esta relación? ¿Cómo mejorará mi vida si la dejo? Haz una lista de razones por las que quieres alejarte de esta relación.
Elige una fecha concreta para poner fin a la relación.
Es importante que esa fecha no esté a más de una semana o dos de distancia. Si la pospones demasiado o no te marcas fecha, nunca encontrarás el momento ideal.
Conoce mejor tu “modus operandi” ante tu pareja.
Probablemente, ya te has planteado otras veces la ruptura, incluso has dado un primer paso, pero no has sido capaz de mantenerte en firme, has flaqueado y has vuelto. ¿Cuáles son los desencadenantes que te han hecho volver a la relación? ¿Cómo puedes evitar o podrías haber evitado esos desencadenantes? Haz una lista con actividades y maneras de evitar esos desencadenantes cuando ocurran.
Asocia este reto a otro reto motivador de aprendizaje/mejora
Por ejemplo, estudio, dieta… Los logros de uno, te motivarán para el otro.
Prepárate para pasar un síndrome de abstinencia que durará de unos días a unas pocas semanas.
Sé consciente de que te sentirás deprimid@, con dificultad para conciliar el sueño, irritable, ansios@, con dificultad para pensar claramente, apátic@, con fuertes deseos de ponerte en contacto con tu expareja, añorando el pasado como si te faltara algo vital… Recuerda siempre que, por intenso que esto sea, es temporal.
Busca aliados para este tiempo.
No se trata de que te ayuden, sino de que te apoyen. Nadie puede hacerlo por ti, pero puedes hacerlo con alguien.
Limpia todo de recuerdos cuanto antes.
Aparta de tu vista fotos, discos, objetos, joyas, perfumes…todo lo que te evoque a la persona con la que quieres romper lazos. Tal vez no sea el momento de tirar, pero sí de apartar. Esta limpieza también incluye no visitar lugares en los que tengamos buenos recuerdos, ni pensar en las cosas buenas, ni releer cartas o mensajes…
Evita todo contacto con tu expareja.
Esta es una decisión que tendrás que tomar cada día y experimentarla como una pequeña victoria que te llevará a una gran victoria. Ganarás autoestima, confianza y madurez. Prémiate cada día que pases sin comunicarte con él/ella.
Repite como un mantra cada vez que te sientas flaquear:
“Soy muy fuerte y puedo con esto” “Me mantengo firme en mi decisión y no me defraudaré a mí mism@”
Dedícate a hacer cosas divertidas.
Deporte, practicar algo que te guste y eleve tu vibración, rodearte de personas positivas a las que quieres y con las que te sientes a gusto. Tampoco te vendría mal aprender algo nuevo que establezca nuevas conexiones neuronales. Porque el proceso va a ser duro y te va a doler y, seguramente, estarás triste, ansios@, desganad@…
Contrarresta los efectos de la abstinencia que te va a suponer el contacto cero.
El amor genera dopamina y oxitocina en nuestro cerebro, por lo que sería interesante encontrar maneras de generar estos dos neurotransmisores de otras maneras:
- Alimentos: almendras, aguacates, plátano, chocolate, café, té verde, sandía.
- Hábitos: tareas que involucren tu creatividad, tu entusiasmo y tu interés, dar regalos, tener detalles con las personas, hacer deporte (caminar, correr, nadar…), escuchar música alegre que te guste.
- Complementos alimenticios: cúrcuma, Ginkgo biloba
- Meditación o Mindfulness
- Especias: tomillo, perejil, hierbabuena, eneldo, romero
- Relaciones: abrazos, caricias, palabras de cariño y ánimo
Márcate un plan estratégico con todo lo anterior:
- Fecha de inicio
- ¿Qué harás cada vez que estés tentad@ a ponerte en contacto con él/ella?
- ¿En qué personas te vas a apoyar? ¿Con quiénes vas a contar?
- ¿Qué día y a qué hora vas a hacer tu limpieza de recuerdos? ¿Cómo te vas a premiar por hacerlo?
- ¿Qué otro reto vas a asociar a este?
- ¿Qué actividades vas a hacer para estar bien? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Con quién?
- ¿Qué hábitos vas a introducir en tu vida?
- ¿Cómo te vas a premiar cada día que pase sin él/ella? ¿Y cómo vas a celebrar o premiar tu reto final?
Y estos, junto con tu voluntad, son los ingredientes para una nueva vida lejos de tu expareja tóxica.